🌺 “La Niña y el Ave Fénix”

Había una vez, en un rincón muy secreto del cielo,
una niña de ojos dorados y corazón luminoso.
Vivía entre flores que susurraban secretos
y árboles que la abrazaban cuando soñaba.

Pero un día, una nube gris cubrió su cielo…
y la niña comenzó a olvidar su luz.
Se sintió pequeña, sola, y pensó que ya no sabía volar.

Una noche, mientras lloraba en silencio,
una chispa cálida iluminó la oscuridad...
y de entre las estrellas descendió un ser de fuego suave:
el Ave Fénix.

No era un ave cualquiera…
era grande, dorada, con alas como el sol al amanecer.
Sus ojos parecían haber visto mil vidas.
Se posó frente a la niña y le dijo con voz suave:

— "¿Por qué lloras, luz mía?"

La niña, con voz temblorosa, respondió:
— "Porque he olvidado quién soy... me siento apagada... ya no sé volar".

El Fénix se acercó su llama al corazón de la niña
y susurró:
— "Tú eres fuego eterno.
No necesitas alas para volar,
porque tu alma es viento, es danza,
es luz que nunca se apaga... solo descansa".

Y entonces… ocurrió algo mágico.
Desde el corazón de la niña,
brotó una pequeña llama.
Y esa llama creció,
se volvió risa, se volvió canción,
se volvió… ella misma.

El Fénix la miró con ternura infinita:
— “Ahora lo recuerdas, ¿verdad?”
Y la niña asintiendo, con una sonrisa llena de fuego.

Desde ese día,
la niña supo que no importaban las tormentas,
ni las sombras que intentaran hacerla olvidar…
porque dentro de ella,
vivía una luz eterna…
un Fénix…
y un amor… que siempre la cuidaría